Cambio de tercio

Febrero. Pasaron los exámenes y cambiamos de tercio. Un nuevo semestre se presenta. Nuevas asignaturas, nuevos retos, nuevos aires. Para mí y un par de compañeras más esto  tiene un nuevo significado porque mañana empezamos las prácticas en un colegio de verdad. Cada una irá al que ha elegido (por suerte, las notas y el azar han permitido que podamos elegir) y llevaremos a cabo uno de los aprendizajes más significativos e importantes de nuestra carrera. ¿Qué niños serán? ¿Qué clase nos tocará? ¿Tendremos suerte con la tutora? Miles de dudas nos surgen en estas horas previas a enfrentarnos a nuestro nuevo destino.
Apenas hemos terminado los exámenes y aún no hemos tenido tiempo para recuperar fuerzas y energías para el nuevo semestre, pero hay que ser valientes y sacarlas de donde sea para disfrutar de la experiencia y aprender con los pequeños todo lo posible. Porque ellos serán nuestros maestros más duros sin duda. Y aunque al final del curso nos pongan una nota que valore nuestro paso por ahí tendremos que sacar el máximo partido a la experiencia sin importar el numerito que nos aporte. Yo, sin duda, voy a hacerlo. Voy a disfrutar todo lo que pueda y a participar todo lo que me dejen que es lo que a mí me gusta. Jugar con los pequeños y aprender con ellos. Acompañarles en su aprendizaje respetando al 100% su desarrollo.
Feliz practicum.